El rechazo de acudir a clase en la etapa universitaria puede estar causado por multitud de factores cuyo denominador común más frecuente es la ansiedad.
La ansiedad, mantenida y alimentada por la realización de ciertas conductas, va a generar a medio o largo plazo un estado depresivo caracterizado por incapacidad de sentir algún placer y por tanto abandono de cualquier hobby, baja autoestima, sensación de incapacidad, tristeza y en los casos más graves ideas, amenazas o intentos de suicidio.
Debido a que un Trastorno de ansiedad va a convertirse en mixto al entrar en juego la depresión, es de vital importancia identificar los estadios iniciales del problema de ansiedad y pedir ayuda psicológica para que no llegue a cronificarse.
Familia hiperprotectora.
Si en nuestra infancia y adolescencia hemos tenido un modelo de familia hiperprotectora, es probable que nos hayamos convertido en personas que busquemos constantemente ayuda ante la mínima dificultad.
Padres que resuelven los problemas de sus hijos, que ayudan siempre y se anticipan para que sus hijos no se expongan. Hijos que se convierten en “patosos ante la resolución de problemas de la vida cotidiana”.
La falta de exposición nos impide desarrollar ciertas habilidades, ya sean conductuales, emocionales y sociales, estando en inferioridad de condiciones con aquellas personas que se han sacado las castañas del fuego.
La facultad puede significar una amenaza si no hemos desarrollado ciertas competencias, favoreciendo que usemos la vía más rápida de escape: la evitación.
La evitación.
Evitar y evitar una tarea que nos es difícil nos provoca un sentimiento de incapacidad muy grande, nos anticipa a un futuro nuevo fracaso, nos envuelve en pensamientos victimistas que erosionan nuestra autoestima: “estropeo todo lo que hago”, “no soy capaz”, “no me siento a la altura”, “fallaré, lo haré mal”…
La evitación en primer lugar te libera pero luego te hace sentir el peso de tu derrota.
La evitación invita a evitar más hasta que abandonas las clases.
Pedir ayuda y recibirla empeora el problema.
Un ambiente demasiado protector, donde pides ayuda y la recibes a través de un trato especial en la universidad, puede enquistar el problema. Muchas veces con las mejores intenciones se consiguen los peores resultados.
Por ejemplo, facilitar exámenes en privado, perdonar exámenes orales, eliminar exposiciones en público son evitaciones que alimentan la fobia.
En segundo lugar, tener un trato de favor crea un clima de desigualdad que puede generar recelo y rivalidad entre los compañeros, favoreciendo tu exclusión y convirtiéndote en un “enfermo”. Tu calidad de enfermo te hará actuar como tal, evitando aún más.
Los Trastornos de ansiedad y el absentismo.
Los Trastornos de ansiedad más frecuentes que favorecen el absentismo son: la ansiedad ante exámenes, el miedo a hablar en público, la fobia social o miedo al rechazo, la ruptura sentimental con un compañero de clase, el estrés postraumático tras haber sufrido acoso escolar. A veces se dan de forma aislada o se mezclan entre si.
¿Que favorece nuestra fortaleza psicológica?
- Aprende a usar métodos de estudio eficaces: como la lectura y subrayado de las ideas principales, los resúmenes etc.
- Haz descansos de 5-10 min. cada 40-45 min. de estudio: ten en cuenta que a partir de 40 min. empieza a descender la concentración y el rendimiento.
- Cuida tu lugar de estudio: temperaturas extremas impiden la concentración, lugares ordenados la favorecen, evita estudiar en la cama.
- Come equilibrado y haz ejercicio diario.
- Si tus soluciones frente al miedo son evitar, huir de clase y/o pedir ayuda ve a un psicólogo para un entrenamiento personal o terapia.
- Si te sientes sólo cuando vas a clase, si no te sientes integrado con los compañeros, si sientes que los demás te aíslan, no lo sufras en silencio, cuéntaselo a un psicólogo. No te avergüences, todos, por lo menos 1 vez en la vida, necesitamos de su ayuda.
- Si tienes ganas de suicidarte o estas pensando en cómo hacerlo, compártelo con alguien de tu familia y con un psicólogo.
La Terapia Breve Estratégica es una terapia psicológica muy efectiva que supone focalizarse sobre todo aquello que haces en la actualidad que alimenta tu problema. A través de tareas basadas en estratagemas puedes interrumpir el circulo vicioso que te lleva a estar mal.
El cambio se logra a través de experiencias, el cambio se logra a través de tus vivencias de capacidad, aquéllas que te hacen fuerte.
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Belén Silván Oró. Licenciada en Psicología. Colegiada nª M-12091.
Especialista en Terapia Breve Estratégica. Especialista en Intervención en Ansiedad y Estrés. Especialista en Clínica y Psicoterapia Psicoanalítica. Experta en Hipnosis Ericksoniana. Experta en Neuropsicología Clínica y en Rehabilitación Neuropsicológica del Deterioro Cognitivo.