Acoso escolar

El acoso escolar se presenta cuando un niño es víctima de repetida crueldad y constante humillación por parte de sus iguales, crea en la víctima un sentimiento de vergüenza muy fuerte por ser el centro de la crítica, generándole un sentimiento global de fracaso y dudas sobre su propia valía.

Generalmente la vergüenza paraliza a la víctima que sufre de acoso y le debilita con el tiempo, ya que le impide comunicar a los demás el maltrato que recibe. Suele detectarse en familia al observar un cambio brusco en el apetito, sueño, rechazo a ir al colegio, aislamiento, miedos, agresividad en casa o bajada del rendimiento escolar.

El primer paso es que los padres de la víctima intervengan e involucren a profesores y los padres del verdugo/s, los cuáles deberán asumir la responsabilidad de intervenir cada uno en sus propios hijos; y si el niño o adolescente manifiesta un elevado malestar el psicólogo le ayudará a devolverle su confianza y enseñarle a afrontar sus miedos.

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